Hace unos dias atras, visite algo conocido solo por leyendas, por mitos, por historias graciosas: Maria Elena.
Aquel lugar donde vivia mi Tata y mi abuela, donde crecio mi papa, donde mis tios se formaron, donde pasaron cosas maravillosas.
Partimos un lunes a las 10,30 de la mañana cuando yome habia atrasado por ir a la Universidad, nos fuimos a la bencinera y llenamos el estanque. Una mujer de dudosa procedencia apodada cariñosamente por mi Tio Roly como "Cecilia Bolocco" por su negra cabellera, su estatura baja, su cara de autoctona y su acento peruano.-
Comenzamos con ricos 20 grados en Antofagasta, donde yo llevaba mi singular poleron de Mickey, e hice mi cuerpo amigo del viento y la distancia y fui a buscarle una verdad a mi corazon, y a aquellas historias que tanto contaban.
Pasamos por varios lugares, la mayoria sin vegetacion, solo desierto, algo bastante fome para muchas personas, pero para mi encantador, ver solo tierra y cerros tiene un encanto singular, por lo menos para mi.
Paramos en Baquedano, para comprar cosas para comer y agua mineral, por que el calor inminente del desierto ya se hacia notar, vero el letrero de aquel lugar y decia 28 grados, impresionante como cambiamos en pocos kilometros la temperatura, ahi contuve mis ganas de decir que pensaba que esta iba a ser una experiencia inolvidable.
Continuamos unos cuantos kilometros, llegando a aquel lugar mistico, pestañeo y veo que dice "Maria Elena", al fin llegaria donde muchas personas vivieron dias hermosos, dias felices, dias inolvidables.
Nos estacionamos al frente del unico supermercado, tipico de un pueblo, con cosas basicas pero necesarias, donde todas las personas compran y unas señoras venen afuera las ensaladas para los perezosos.
Nos bajamos del auto, caminamos un poco entre fotos, y empezamos a sentir el calor sofocante de la pampa, calor al que mis tios y mi primo estaban acostumbrados, un calor rico donde la humedad no es tu enemiga, donde el seco del calor dan ganas de bañarse todos los dias en una piscina hecha como el simbolo de la Warner Bross, segun mi tio Lalo, q.e.p.d.
Intentamos entrar a todos lados, pero todos los lugares estaban cerrados, era la hora, a las 2 de la tarde solo en los malls trabajan, solo en las grandes ciudades llenas de una economia abrazadora la gente no descansa, aqui si.
Continuamos nuestro camino hacia la unica feria que hay, recorriendo los lugares solos, viento un letrero que decia "Pampinos por siempre".
Seguimos nuestro camino, quizas algo extraño por que ninguno de nosotros tenia hambre, paramos en un bazar mas alla y compramos helados y 2 paquetes de roscas, 2 para cada uno, continuamos nuestro camino hacia el cementerio.
Llegamos a Coyasur, donde estan enterrados la mayoria de los que ahi murieron en tiempos lejanos, donde las tumbas son grandes, donde no hay mausoleos grandes y ostentosos, donde el 1ero de noviembre es un lugar sagrado, donde se puede ir de noche, donde se puede respirar tranquilo, aunque el calor se senti cada vez mas, buscamos a amigos perdidos de mi tio y mi primo, a la abuela de mi papa, limpiamos un poco y seguimos nuestro camino, entre tumbas abiertas y novias embalsamadas que se aparecen en los caminos.
Llegamos al Rio Loa, a una poza que hay en el camino, paramos ahi, nos mojamos la cara con el agua mas helada que habia sentido hace mucho tiempo, sacamos fotos, reposamos un poco y pensamos en volver algun dia para hacer un asado y relajarnos.
Continuamos ya el camino de regreso, donde nos devolvimos a Maria para conocer el museo, que yo no conocia, vi las butacas donde se sentaba la gente cuando iba al teatro, las camisetas del equipo de basketball y de futbol, fotos antiguas donde salia mi Tata quizas, Chandú que hacia trucos de ilusionismo, etc, etc.
Salimos de Maria Elena con un nudo en la garganta, partimos hacia Tocopilla donde nos esperaba un tecito rico, con un pan maravilloso, que nos vino muy bien, reponedor al maximo.
Se hacia de noche y regresabamos a Antofagasta, cantabamos canciones del ayer, Zalo Reyes fue el gran invitado del camino, que nos alegro mientras reiamos a carcajadas.
Llegamos a Antofagasta a eso de las 9 de la noche, tome la micro de regreso a la casa, dentro de un suspiro de felicidad, hay algo menos que hacer, conocer ese lugar magico me hizo pensar en muchas cosas, cosas que nunca volveran, cosas que se quedaran ahi, y de las cuales aprendere.
Es magica la Pampa, ahora entiendo el amor de mi familia paterna por aquel lugar.
2 comentarios:
Me encantaria haber vivido un tiempo mas en Maria Elena, son pocos los recuerdos que tengo pero lo que rescato es que son lindos recuerdos familiares. Y ni hablar de mis papis que si fuera x ellos aun estarian viviendo alla con todo lo que yenian en ese entonces.
Tqm pemita jones =)
Holita :P tu si que eres bien viajera no? Soy de Ecuador y a mí también me encanta viajar. Muy pronto espero conocer el Norte de Chile...
Por: La Nena
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