Quería escribir de mucha cosas... pero hoy me detengo para escribir sobre una persona que ha partido y que no alcance a despedirme.. nunca le dije que lo quería todo lo que lo quería ni nada por el estilo, pero hoy hago un espacio para hablar de él: Mi tio Lalo.
El mejor amigo de mi papa desde que tenían 14 años, lo conocí cuando tenia mas menos 9 o 10 años, antes no pues mis padres separados no tenia el tiempo para saber quien era.
Al principio me causo un afán de respeto en el, algo raro pues era muy cercano a mi familia sin yo saberlo.
Cuando llegue a Antofagasta fue cuando lo conocí mejor y era una persona tan dulce.
Como no recordar "perro chino!, no sabes lo que es perro chino? chau chau!" y de todas las cosas que nos reímos siempre, cuando me vino a buscar todos los días sagradamente a las 9 de la mañana mientras yo estudiaba para mis examenes por que algo faltaba en el departamento que mi mama le había dicho que arreglara, las conversaciones que fueron pocas pero muy ricas en contenido.
Corto pero preciso, no explayo todo lo que siento, solo lo que me animo a escribir en estas pocas lineas.
Te vamos a echar de menos, no vamos a sufrir ni vamos a llorar por que te fuiste, solo por la pena que es no tenerte mas a nuestro lado para que nos aconsejes, para que llames al Nico cuando quiera hablar con el Viejito Pascuero, para preguntarle un medico a la Aurora o simplemente para hacerme reír diciendome que eres "el que la lleva" por el simple hecho de ser el amigo de él que la lleva, no te preocupes que todos al recordarte en la mina se reirán un buen rato y no tendrán a quien preguntarle si el jefe esta enojado o de buen humor. Te amo tio Lalo, fue un agrado conocerte y ser una parte de tu vida, tú, seguirás siendo parte de la mía.
Como en un famoso libro de Isabel Allende: Adios Eduardo hombre, bienvenido Eduardo espíritu.
